Las obsesiones

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Esta es una de las cosas en las que tenía muchas ganas de escribir, pero no me había dado tiempo para hacerlo. Puede que no te interese saber lo que voy a escribir, puesto que todo mundo sabe lo que es estar obsesionado, pero si deseas saber mi punto de vista y discutirlo, continúa leyendo.

Se de mucha gente que está obsesionada. Conmigo, con sus parejas, consigo mismos, con sus trabajos, con su familia... etc.

Pero aquellas personas que están obsesionadas con algo, generalmente lo ignoran.

Antes de ahondar en el tema, quiero aclarar algo: puede que te identifiques con algunas de las situaciones que describo, y que te sientas ofendido(a) con otras. NO es ese mi objetivo. No todo lo que aquí describo es aplicable al 100%... simplemente toma lo que debas tomar y lo demás deséchalo o asimílalo para afrontar la vida que TÚ vives. Recuerda que cada cabeza es un mundo y si bien algunos pensamos de manera similar algunas cosas, no todos tenemos que hacer las cosas igual.

Las obsesiones y el amor.

Estas son las más comunes, y frecuentemente ocurren después de que experimentamos una o varias relaciones infructuosas a lo largo de nuestras vidas. Se dan casos en que el primer noviazgo o la primera relación sexual crean una obsesión en nosotros, y esta es dada por el miedo que pudiésemos tener a los demás, entre otros factores.

Cuando nos relacionamos sentimental o sexualmente con una persona del sexo opuesto -o del mismo, según el caso-, la conocemos, la analizamos, convivimos con ella, y nos damos cuenta de que "es nuestra media naranja" o "es el que esperábamos"... y no siempre es eso cierto.

Si, para cada roto hay un descosido. Pero hay algunos seres que encajan perfectamente en ese pequeño hueco de nuestro corazón, nuestro ego o nuestra necesidad de alguien, y aprendemos a amarlo, a ser y hacer lo que el quiere, a venerarlo, pero no a aceptar que en un momento determinado ese ser puede dejar de estar en nuestras vidas.

Pero... ¿cómo saber cuando estamos obsesionados con nuestra pareja?

Si bien el amor no tiene límites, hay cosas que deben respetarse, entre ellas la individualidad, el respeto y la toma de decisiones de la pareja.

Primero se comienza por la dependencia. Si pierdes tu dependencia en tí mismo estás en el hoyo. ¿Porqué? porque nuestro mundo comienza a girar alrededor de nuestra pareja... dejamos de hacer cosas que nos gustan, que nos mantienen vivos en sociedad, dejamos de frecuentar amigos porque a nuestra pareja 'no les cae bien' o porque queremos dedicarle todo nuestro tiempo... factores como estos hacen que nuestra pareja comience a sentirse agobiada por nosotros, y de cierta manera con estas actitudes, que para nosotros puede ser amor incondicional, nos hace que le quitemos el aire para que respire. La dependencia en el otro es harina de otro costal, pero tiene mucho que ver con la obsesión.

Cuando comienzas a pensar que como tu pareja no hay otro(a) en el mundo, es cuando te pierdes. Hay muchas gentes allá afuera que pueden ser mil veces mejores... nunca iguales, pero puede que mejores. Tienes que tomar el riesgo y quitarte la venda que tú mismo(a) te has puesto en los ojos para que veas que, incluso a tu lado, hay una persona que está dispuesta a todo por estar contigo -igual está obsesionado(a) en tí-, pero tú estás en la lela con tu pareja porque te llena en todos los sentidos, según tú.

La sexualidad es el peor motivo de obsesión que existe en este mundo -a mi manera de ver-, pues si bien una buena relación sexual es 50% vital en una buena relación de pareja, no es de esto de lo único que vive el hombre... y la mayoría de la gente en este planeta fija su vida en pareja sobre el sexo. No hagas lo mismo a menos que quieras dañar tu corazón.

Pudiera equivocarme en algunos de estos puntos, pero cuando ves las cosas de lejos, es difícil pensar que estás pensando erroneamente.

Si sientes que la vida no sería la misma sin tu pareja o que sin ella te morirías, abre los ojos, siéntate, tómate un café, fúmate un cigarro y piensa. No todo en la vida es color de rosa. Si queremos estar bien, hay que dar algo a cambio... "Ayuda más a la gente y obtendrás lo que buscas"... sólo toma este consejo.

Las obsesiones y el trabajo.

Okey, algunos sabemos hacer de todo un poco, otros no... eso depende de las oportunidades que la vida te ofrezca. Cuando somos 'multiusos' y nos enfocamos en algo para especializarnos y tener mejores oportunidades por nuestra experiencia, podemos correr el riesgo de obsesionarnos con nuestro trabajo. De esto pueden salir dos cosas: o nos hacemos tan fregones que logramos comernos el mundo a puños, o nos hundimos en una depresión terrible por la angustia de que 'no tenemos más a donde crecer' o perdemos una oportunidad laboral porque 'no supieron apreciar nuestro talento' -algo que nosotros mismos nos fijamos- u otros motivos.

Muchas veces queremos entrar a trabajar a X empresa porque es en la que debemos estar trabajando... y es que estamos obsesionados en esa empresa... muchas veces los golpes de rebote son duros... no todo lo que brilla es oro, y a veces es tarde para darnos cuenta.

Si sientes que eres el mejor de todos, que ninguna empresa te merece, que te desperdician o que no hay empresa mejor que la tuya, piénsalo dos veces. Piensa positivamente, pero piensa los pros y los contras de todo. Andate con cuidado si no quieres recibir un buen golpe.

Las obsesiones y la sociedad.

Todos los medios publicitarios buscan crear obsesiones en las personas. Para eso se hizo la publicidad, para alentar al consumidor a comprar sus productos todo el tiempo. En todos lados verás guerras entre personas porque tal refresco es mejor que tal otro, o tal producto es el mejor... "y mira que llevo 20 años usándolo"...

Me ha tocado conocer hombres y mujeres que viven con la eterna obsesión de vestir a la moda o usar prendas de tal o cual marca. No importa si tienen o no el dinero suficiente para cubrir tal demanda, siempre viven obsesionados con tenerlo.

La ambición es una telaraña que se teje de muchos factores y que puede desbordar en avaricia, egoismo, egolatría, obsesión... etcétera.

Si ambicionas un reloj, un carro, una casa en tal lugar, un viaje a tal lado, fíjatelo como meta, pero ten cuidado... no conviertas esa ambición en obsesión, porque puedes llegar a echar a perder tu vida.

En cuanto a las relaciones en familia, sobre todo en los mexicanos, sabes que en el pasado y muchas veces hoy en día, los hombres buscan que su primer hijo sea varón. Y de ellos, muchos se pasan -o pasaban- la vida buscándolo, y se llenaron de hijas.

En resúmen.

Toda obsesión genera un bloqueo, y todos los bloqueos afectan nuestro destino, porque fijas en tu aura un cierto tipo de energía kármica que impide que lo que debe llegar fluya.

Si quieres un Pontiac y tienes dinero para comprarte un Vocho, cómpralo y después ahorra para que cuando vendas éste, tengas dinero para comprarte un coche mejor, hasta que tengas lo suficiente para llegar a esa meta.

Si amas a alguien, no lo atosigues con tu amor... déjalo ser, crezcan juntos, y verás que esa persona te dará más de lo que esperas.

Si quieres ser el presidente de la empresa en la que trabajas, pelea por ello... poco a poco subirás. Tómalo con calma y aunque te cueste años, tendrás el orgullo de decir que te lo ganaste.

Cuida siempre tus ambiciones. No te conviertas en tu propio enemigo porque te obsesionas en las cosas.

Documento originalmente publicado en whitepuma.net en nov 15, 1997.

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