Últimamente he andado sobrepasado de actividades laborales, tal vez más que nunca. Ya desde algunos días atrás he andado masticando la idea que, por fin, tras darle varias vueltas, expongo en este artículo.
Por el amor del cosmos... ¿qué chingados hago aquí?
No soy el único que se ha hecho más de una vez esa pregunta. Posíblemente tú mismo(a) te la has hecho infinidad de veces, y aunque en alguna ocasión hayas conseguido mirar en lo profundo de tu ser y, en la oscuridad hayas encontrado una pequeña luz de la respuesta, eventualmente la ignoraste, te la sacudiste o definitivamente la refundiste en lo más profundo del olvido. Por citar algunas de las posibles respuestas, mismas que más de una vez me he topado en mí mismo y uno que otro individuo pensante que conozco, ennumero las siguientes:
- Aquí me tocó vivir (en el seno de tal familia o entorno socioeconómico)
- Aquí me tocó vivir (en tal país)
- Fuck.... aquí me tocó vivir (en este planeta)
Bueh, tal vez hayas pensado en la justicia divina, el karma u otros temas igual de apasionantes. Pero todo termina en el aquí. Y ahí radica el asunto: sea cual sea el motivo, aquí estás, y aquí seguirás a menos que suceda lo contrario debido a uno de miles de motivos cuyas causas pueden originarse en tu misma persona, en la naturaleza, las circunstancias sociopolíticas o hasta el aleteo de una mariposa. En este punto posiblemente digas "okey, eso ya lo sé, lo que quiero saber es el ¿cómo le hago para cambiarlo o ya de perdis mejorarlo?". Sigue leyendo.
De nada te sirve quejarte.
Siempre es necesario buscar la forma de desahogarte, de sacar todo eso que te inquieta por el bien de tu alma. Pero debes entender muy bien la diferencia entre el desahogo y la queja, ya que, si eres aunque sea un poco empático(a) o por lo menos te fijas bien en tu entorno, notarás que todos, en el contexto general, nos quejamos, logrando con ello un supuesto deshaogo. Sí, quéjate, pero no conseguirás más que darle la vuelta a ese sentimiento que sigue estando presente. Necesitas sacarlo, y una de las bendiciones de la inteligencia humana es la capacidad de analizar y canalizar lo que nos perturba de una forma que nos limpie. ¿Cómo desahogarte? hay dos formas:
- Busca un hombro en el cual apoyarte. Somos animales sociales, y aunque yo sea un antisocial de mierda (aunque Ud. no lo crea), no puedo ni quiero ni debo alejarme de ciertas personas más de lo necesario. Si no lo tienes, búscalo. Si no lo encuentras, recurre al siguiente punto.
- Agarra tu diario o tu blog y escribe lo que sientes. Pero hazlo de forma que otros puedan beneficiarse, justo como estoy tratando de hacer con este post.
No le reclames ni des gracias a lo que no lo merece
Debes entender una cosa: ni tus dioses ni la vida ni el cosmos tienen la culpa de lo bueno o malo que te pasa. Eres un microscópico punto en el gran orden de las cosas, y si bien tu existencia puede tener un propósito, citando las sabias palabras de Jack Sparrow:
...La única regla que realmente importa es esta: lo que un hombre puede hacer y lo que un hombre no puede hacer.
En esta tesitura,
- Si bien Dios es un ente ávido de que te la pases adorándolo los 365 días del año, no es él quien te pone obstáculos para ver si eres digno(a) de una recompensa. Eso es una falacia de la iglesia católica para mantenerte atado(a) a la fé.
- La vida es un concepto, no una fuerza o entidad que ande buscando la mejor de sus creaciones para llevarla delante. Le importas tanto como le importa una abeja, un elefante o un lago.
- El karma también es un concepto, pero sus reglas son más bien una guía, no una ley absoluta.
Entonces pues, descartando las fuerzas naturales y supernaturales, nos quedamos con el punto final del asunto:
- Si algo malo te sucede es porque tú lo has querido, lo has buscado, lo has deseado o contradeseado. Cuando tus males son causados por terceras personas, debes buscar en qué momento causaste que esas personas te afectaran.
- Si algo bueno te sucede, es por lo mismo :) ...Si alguien te ha tendido la mano es porque algo bueno has hecho.
Al final del día, cúlpate o agradécete a ti mismo(a) por lo bueno o malo que te acontece. Pero no dejes de mentarle la madre a quien así se lo haya ganado aunque la causa caiga directamente sobre tu cabeza ni dejes de darle las gracias a quien llegó a rescatarte. No, no estoy contradiciéndome. Sí hay gente torcida allá afuera, y sí puede haber excepciones en la regla. Así como puedes encontrarte en una situación en la que no la debes ni la temes -ni siquiera por distracción- pero te tocó que alguien te haya hecho algún daño, puedes encontrarte con alguien que te da eso que más deseas sin el mínimo dejo de pedirte algo a cambio. Aquí es donde entra la suerte, pero ese es un larguísimo tema como para abordarlo en este post.
¡No te preocupes de nimiedades!
Independientemente del motivo por el cual existas, lo peor que puedes hacer es desperdiciar tu tiempo en pendejadas. Ejemplos:
- ¿Te suben los impuestos? ...De nada te sirve hacer manifestaciones o mentarle la madre a los que tienen el poder. Si te quieren ensartar, lo harán, y no habrá nada ni nadie que lo evite a menos que quieras poner tu vida de por medio.
- ¿Perdió la selección de futbol?...A menos que vivas en España, Alemania, Brasil, Argentina o alguno de esos países que siempre ganan las copas, tu equipo es una mierda. Siempre lo ha sido y nunca dejará de serlo.
- ¿Se desata una guerra en tu país? ...HUYE. No es tu pedo.
- ¿Te quieren inculpar por un delito que no cometiste? DEFIÉNDETE por ti mismo(a). Tu abogado lo único que buscará es sacarte dinero, entonces, úsalo para defenderte, pero no le confíes tu libertad a él. Búscala tú.
En cierta ocasión, un amigo me hizo una pregunta que no olvido: "¿Los cambios sociales los ocasiona uno o un grupo de personas?" Mi respuesta fue "ni lo uno ni lo otro". En realidad, me vale madre lo que cause uno o un grupo con repercusiones sociales. Lo que me importa es lo que yo puedo hacer y lo que no puedo hacer. No más. Y en este punto es en el que espero converger contigo:
Haz por ti y por los tuyos lo que puedas hacer. Lo que no puedas hacer, no dejes que te quite energías. Si no puedes lograr un cambio positivo en tu entorno directo, no pierdas el tiempo tratando de lograrlo alrededor. Y si el entorno te golpea, patéale el trasero, levántate y sigue intentando.
Si no estás de acuerdo con eso, no hay bronca. Sigue tus propios pasos y aprende de lo que se te ponga enfrente, lo que te alcance por el costado o lo que te caiga del cielo. Pero eso sí:
¡Actúa!
Documento originalmente publicado en whitepuma.net en oct 16, 2013.