Introducción
Mila nació en la provincia de Palanthus, en Krynn. Desde el momento en el que nació, sus padres detectaron en ella un brillo muy particular. Conforme fue pasando el tiempo, Mila creció transmitiendo hacia quienes le rodeaban una tranquilidad como nunca la habían sentido... y es que ella había sido escogida por Zivilin, dios de la naturaleza, como una de sus sacerdotisas.
Al Mila alcanzar su madurez se vio forzada a abandonar Palanthus y buscar sus propios seguidores y convertir a cuantas almas pudiese hacia el credo de Zivilin. En su viaje se topó con un grupo de aventureros a los cuales les demostró cuan poderosa era ella, y cuan poderoso era su dios.
Tanto poder tenía ella, que siendo sacerdotisa de primer nivel, al acudir a sanar a un guerrero al cual se le había amputado una pierna en batalla y con el poder de una oración, logró regenerarle la pierna entera.
A Mila la dejé en el abandono durante un tiempo, pues no tuve la oportunidad de seguir jugando Dungeons & Dragons con mis amigos (si, Mila era uno de mis personajes). Mi hermano siguió jugando con ella, y logró convertirla en LA sacerdotisa, es decir, el personaje por excelencia de su género en el grupo de amigos que solíamos jugar.
He estado reuniendo las crónicas de Mila (aquellas durante las cuales yo le di la vida) y me he percatado de una cosa: Mila tiene la fe que yo he perdido con el transcurso de los años.
Una de las cosas que hago poco es rezar, y los rezos de Mila son extremadamente poderosos... tanto que el rezo con el cual le regeneró la pierna a aquél guerrero hizo que no sólo el Dungeon Master se quedara en shock, sino también varios del grupo y también a varias personas que lo han leído. Transcríbolo a continuación:
Señor, tu que das la vida, tu que curas los males de los que sufren en la carne las heridas del destino, tu que has puesto en mí el don de hacer que los que sufren se levanten de su lecho de dolor, te ruego desde lo más profundo de mi corazón, corazón que has llenado de tu ser, pongas en estas manos el poder de curar la herida que martiriza a este mortal. Por el bien de él, de su alma y de aquellos que lo aman, ilumínalo con tu luz, tócalo con tus manos, reconstruye esta carne que a él le falta. Pongo en tí mi fe y mi vida para que se haga lo que sea tu voluntad.
Una vez dicho esto, las manos de Mila se iluminaron, emitiendo un destello de luz que dejó momentáneamente ciegos a aquellos que estaban cerca. Al desvanecerse la luz, la pierna del guerrero se había regenerado.
Ah, y mi Dungeon Master me subió un nivel ;)
Regresando al punto
Lo que quiero tocar al hablar de Mila es la fe que en algún momento de nuestra vida hemos perdido y nos ha costado trabajo recuperar. En mi caso, las cosas por las que he pasado me han hecho voltear mi fe hacia otros de los dioses en los que creo, ya que he decidido darle a cada uno de ellos la oportunidad de tener mi atención (si, ellos son los que tienen que ganarse mi atención, no yo la suya).
Es posible que te sientas identificado(a) con lo que digo... si lo haces es porque tu fe en tu dios no anda muy bien que digamos... ten cuidado, porque al no tener fe en ti mismo(a), volteas a ver a dioses en los cuales refugiarte.
El ser humano siempre está predispuesto a creer en fuerzas sobrenaturales para sentirse bien consigo mismo. Y (¡JA!) lo último en lo que se fija es en sí mismo. Los sistemas de creencias en las culturas siempre te marcan la preferencia hacia algún dios o grupo de dioses en especial, pero nunca te dicen que si no crees en ti mismo(a), estás en el hoyo. Por eso siempre recomiendo que creas en ti mismo(a) antes de creer en algún dios. Cree en ellos para mantener una espiritualidad sana, pero no creas en ellos porque te dieron la vida o porque necesitas tener algo no humano a qué echarle la culpa de tus problemas.
Ok, lo entiendo, pero... ¿en que dios debo creer?
En todos y en ninguno al mismo tiempo (~_~)
Primero que nada, mírate, y entiende qué es lo que quieres creer. Después, piensa en lo que debes creer. Al final, cree en aquello que se adapte a tus necesidades espirituales, y después deja que esa fe crezca. Pero tampoco rebases los límites de la fe y te conviertas en fanático(a) !!!
Dentro de mi sistema de creencias acepto la existencia de más de un dios y los categorizo por niveles, dependiendo de su poder: dioses altos, dioses bajos y semidioses. Sí, te sonará conocido. No soy yo el inventor de esa teoría :)
Y para calmar tu curiosidad, te diré los dioses en los que creo y porqué creo en ellos:
Caos (por encima de todos). Tal y como lo dice la guía de dioses en D&D, Caos no tiene representación ninguna ante los ojos de los mortales. Es sólo existencia. Es esa fuerza que mantiene el universo en balance. No es una forma pensante, es más bien un concepto.
Ra (dios medio). Dios del sol de la cultura egipcia... es el sol el que da la vida, y su poder es tal que puede quitarla. Curiosamente, soy como una batería solar... la luz me recarga las energías que pierdo, y me encanta ponerme frente al sol -o ya de jodido frente a cualquier foco- y entrar en meditación para recargarme.
Anubis (dios medio). Guardián de los muertos de la cultura egipcia. Este es el protector de mi santuario, y en sí de mi persona.
Dios (dios alto). O como quieras llamarlo (Jehová, Yavéh, etcétera). Creo en él por tradición familiar, pero no lo considero dios único... tampoco creo en que sea un dios que transmita puro amor -o que chingue a los malos con su ira-.
Satanás (dios alto). El malo de toooooooooodas las películas hollywoodenses... y también el malo de la religión judeo-cristiana y todas sus ramificaciones. Creo en él porque lo conozco casi en persona, y porque él es quien encabeza mi mitad oscura.
La muerte (dios medio). A esta no sólo la considero una deidad... a esta la adoro !!! si no entiendes el porqué, búscate la película de "Macario" con Ignacio López Tarso y vela... si no tienes ni la más remota idea de qué hablo, dame chance y digitalizaré el segmento en el que Macario se entrevista con la muerte para que lo entiendas :)
Digamos que estas deidades son en las que creo más... puede que por ahí haya omitido a una que otra... pero ellas saben porqué no las he citado aquí ;)
Epitafio (Regresando con Mila)
Mila representa la fe en un solo dios que yo no tengo. Tómala como ejemplo para comparar la fe que tienes con tu(s) dios(es). Y si de plano no le atinas, entonces fíjate bien en tu persona, porque tu sistema de creencias está encabezado por algo o alguien que no eres tú mismo(a).
Si de plano no le atinas, pregúntame :) ...si hay algo en lo que soy bueno es en decirle a la gente cuales son sus errores.
Documento originalmente publicado en whitepuma.net en oct 12, 2001.