Ciclos de vida y el caos del destino

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No recuerdo exactamente cuando fue, pero un día estuve discutiendo con alguien -tampoco recuerdo quien- acerca de la vida y sus ciclos. Después de esa plática me puse a indagar en la vida de algunas personas a mi alrededor y terminé descubriendo que la teoría era cierta. Al mismo tiempo, descubrí que los ciclos comienzan a distintas edades.

La geometría del destino.

Una de las teorías que siempre he manejado -que es un hecho según mi experiencia- es que desde que naces hasta que mueres hay una línea recta. Esa línea es tu destino. Pues bien, es raro que permanezcas dentro de esa línea. Con cada decisión que tomas, abres brechas, caminos alternativos. Dependiendo de las decisiones que vayas tomando, vas alejándote o acercándote más a tu "línea original". Chécate esta gráfica en la que ejemplifico una vida promedio (a grandes rasgos) para poder entender un poco más este asunto:

La rareza del asunto aquí es que conforme vas llegando al final o estás comenzando un ciclo nuevo en tu vida, regresas o por lo menos te aproximas a esa línea trazada por tu destino al momento de nacer. En la gráfica anterior no notarás este fenómeno puesto que estoy divagando muy generalmente.

...cada 7 años...

Los ciclos de vida de los que hablo se reinician cada 7 años. Generalmente, tu primer ciclo comienza en el momento en el que naces. En extrañas ocasiones, el ciclo puede comenzar de uno a 6 años antes (cosa que discutiré adelante).

Supongamos que eres de aquellas personas cuyo primer ciclo comenzó al momento de nacer. Pues bien, es muy posible que:

  • Entre tus 6 y 8 años de edad tengas algún recuerdo muy vívido de tu vida, bueno o malo. Ejemplos: un excelente regalo, muy buenas calificaciones, el divorcio de tus padres, un accidente que marcó tu vida o haberte mudado a otro país.
  • Entre tus 13 y 15 años de edad tengas otro recuerdo muy marcado de tu pubertad, como pudiera serlo tu primera relación sexual, tu primera novia -o novio-, un familiar que murió o esa etapa de tu vida en general.
  • Entre tus 20 y tus 22 años puede destacar tu "madurez" como joven, la metida de pata seguida de un embarazo y tal vez un aborto, tu primer trabajo o esa oportunidad importante que te disparó profesionalmente, rentaste tu propio depa o te rompieron el corazón y te convertiste en un mujeriego.
  • Entre tus 26 y tus 28 años pueden destacar muchas otras cosas, como puede serlo el poner tu propia empresa o ser la mano derecha de alguien importante, el haberte encontrado a esa persona que necesitabas o el haber matado a alguien en defensa propia.

Ojo: todos los ejemplos citados anteriormente son completamente ficticios. Cualquier semejanza con la vida real podría ser mera coincidencia (aunque en realidad no hay coincidencias en esta vida jejeje). Por otro lado, tomo un año antes y un año después como parámetros, puesto que los ciclos a veces se agrandan o se achican dependiendo de los mismos factores del destino que te has forjado.

El cero no siempre es el inicio

Como mencionaba en uno de los párrafos anteriores, el primer ciclo no siempre comienza en el momento en el que naces. Dependiendo de tus acciones en tu vida anterior y qué tanto hayas evolucionado como ser humano, es posible que tu primer ciclo comience unos años antes de nacer. Digamos que en este momento estás listo para morir y no tienes ataduras de ningún tipo en este plano. Pues bien, desde ahora estás preparando tu primer ciclo en la próxima vida :)

Es fácil detectar si tu primer ciclo comenzó años antes. Básate en la siguiente gráfica como ejemplo:

Con este esquema podrás ver que un ciclo de vida normal que comienza en el momento de nacer (0) está marcado en rojo. Las edades parámetro están marcadas en múltiplos de 7, que es donde comienza el nuevo ciclo. La línea verde es un ejemplo de ciclo comenzado un año antes de nacer, y la azul 3 años antes de nacer. Si tienes otros dos hermanos que nacieron al mismo tiempo que tú (trillizos), es posible que con este ejemplo puedas comprender porqué (ejemplificando) uno es más maduro y pareciera ser el mayor, el otro es más rebelde y tú el depresivo.

Como verás, es sólo cuestión de que recuerdes los sucesos importantes en tu vida y las edades en las cuales te sucedió. Debe haber un lapso de 7 años entre cada suceso. Simplemente resta del día de tu nacimiento la edad que tenías cuando terminó el primer ciclo y obtendrás el número de años de anticipación del inicio del mismo.

Esquemas alternativos

Hay otros esquemas que también me gusta utilizar para interpretar los ciclos de vida. Uno de ellos es el de los círculos concéntricos. No sé si este esquema haya sido definido por alguien más, pero así se me dio a entender:

Imaginemos que en el momento en el que naces eres un pequeño punto. Conforme vas creciendo, vas abriendo círculos y los vas cerrando. Cada vez que cierras un círculo abres uno más grande, tal como se ve en la siguiente gráfica:

Cada círculo nuevo es una nueva etapa en la que has crecido. Si te pones a pensar en tu vida te darás cuenta de que este esquema también es válido. Siempre creces, ya sea en tu vida material, emocional o espiritual. Digamos que vas abriendo círculos en estos planos de manera paralela. Ya dependerá de ti mismo que tan grandes son unos a comparación de los otros y qué tanto se llegan a entrelazar entre sí.

Ultimatum est

Es posible que al llegar a este punto te hayas puesto a pensar en lo mucho que has pasado y digas "creo que he vivido suficiente". Si es así, créeme que estás en un error. Si, la frase de "se aprende algo nuevo cada día" existe por algo. Llegarás a los 80 años y si no te has dejado abatir por lo difícil que es la vida en este plano, en este lugar llamado "Tierra", pensarás que todavía puedes aprender, crecer más interiormente.

Ten los ojos bien abiertos y aprende de todo lo que esté a tu alrededor. Sé consciente de las decisiones que tomes, porque las consecuencias (buenas o malas) saldrán a flote poco o mucho tiempo después.

Fórjate un buen destino. Aprovecha el libre albedrío del cual gozas para hacer de tu vida algo de lo cual puedas enorgullecerte.

Y... mucho ojo, ¿eh?

Documento publicado originalmente en whitepuma.net el 2 de noviembre de 2001.

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